Participación Estudiantil en el Comité

Mención aparte merece la experiencia que se lleva a cabo con la incorporación de estudiantes al Comité. El fundamento de dicha experiencia es claro: tratándose de una entidad universitaria, surge como necesario y evidente que los estudiantes sean destinatarios directos de la acción del comité de Bioética.

Se ha dicho que los comités son las sedes vivas de la Bioética (2). Así, la inclusión de estudiantes como integrantes formales del Comité sería el complemento práctico ideal del cursado de la asignatura, contribuyendo a la formación ética de los futuros médicos y convirtiendo al Comité al mismo tiempo en el “semillero” ideal para garantizar la continuidad del Comité en el futuro. Por estos motivos se incorporó al Comité tres estudiantes cada año desde 2010.

Los estudiantes a formar parte del Comité de Bioética son seleccionados en el seno de la Sociedad Científica de Estudiantes de Medicina de Tucumán (SCEMT), organización con fines netamente científicos, constituida por estudiantes que realizan investigación por voluntad e iniciativa propia, congregando en su seno un número importante de estudiantes desde los primeros años de la carrera. La selección se hace por votación de los miembros de la SCEMT, es decir, estudiantes que tienen experiencia en investigación (por lo menos un trabajo realizado y presentado), y nociones básicas en gestión científica.

Dado que los estudiantes seleccionados generalmente forman parte de grupos organizados de investigación, se constituyen ipso facto en agentes de difusión directa de conceptos bioéticos en el seno de su grupo de investigación (constituido por profesionales, técnicos, personal auxiliar, etc.), en la Facultad de Medicina y/o en las otras áreas en que se asienten los proyectos en que ellos participan. Además, su pertenencia a la SCEMT también asegura un grado de difusión de los mismos a nivel estudiantil.

Su nombramiento se realiza por Resolución del HCD, y en su desempeño, que dura un año, tienen voz pero no voto. Excepto por estas diferencias, sus obligaciones y derechos son los mismos de los del resto de los integrantes, incluyendo el compromiso de confidencialidad de lo tratado en el seno del Comité, aún después de haber dejado de integrarlo. Estas normas implican un explícito compromiso de resguardo de toda la documentación involucrada, incluyendo la que reciben por correo electrónico.

Al no existir otra diferencia con los demás miembros del Comité, su participación en el análisis y las discusiones se hace con total libertad, y sus puntos de vista y contribuciones son tenidos en cuenta en un plano de igualdad con los de los demás miembros.

En un somero análisis del desempeño de los primeros tres estudiantes que integraron el Comité (entre agosto de 2010 y diciembre de 2011), es necesario destacar que su participación exhibió notables dedicación y madurez, resultando en importantes contribuciones y enriqueciendo el trabajo conjunto. Se puede concluir sin ninguna exageración que la labor docente tuvo lugar en ambos sentidos, y todos –estudiantes y profesionales- se beneficiaron de la interacción, como lo hizo la labor global del Comité.

Por su parte, en un reciente documento, los estudiantes del grupo saliente (Emilio Felipe Huaier Arriazu, Yéssika Soria Curi y Jorge Adrian Valenzuela) destacaron el sentido de pertenencia y el respeto del resto de los miembros del Comité, y la exposición a la diversidad de formas de pensar, opiniones, profesiones, ideologías y demás, que –concluyeron- hacen sumamente ricos los debates.

En cuanto al resultado final de su participación, habrá que esperar un tiempo antes de saber si los propósitos originales se cumplen, pero probablemente el mejor resumen de la promesa de esa perspectiva se expresa en sus propias palabras: “Probablemente seamos nosotros, en un futuro no muy lejano, quienes podríamos ocupar las plazas permanentes del comité, o colaborar a la conformación de nuevos comités en nuestro entorno.”(3)