COMUNICADO INSTITUCIONAL
INGRESO IRRESTRICTO COMO PROBLEMA ACADÉMICO, NO POLITICO.
La Facultad de Medicina informa a la comunidad educativa y a la sociedad de la provincia, que este viernes ha culminado la ronda de diálogos que esta Casa desarrollaba con comisiones del Consejo Superior de la UNT, sobre el ingreso a la Carrera de Médico.
Una treintena de miembros de nuestra comunidad de sus diversos espacios curriculares, compuesta por docentes y estudiantes, en prolongadas entrevistas expusieron sus puntos de vista acerca de la responsabilidad legal que posee la Facultad, respecto de su obligación de formar un profesional poseedor de competencias médicas que le permitan salvar vidas, y preservar/ recuperar la salud de personas y comunidades. Estas competencias sólo se adquieren mediante una ejercitación intensa de las habilidades destrezas y actitudes que exige el diagnóstico y tratamiento de enfermedades, proceso que no podrá desarrollarse en condiciones de masividad ni de dispositivos virtuales o teóricos.
Profesores, jefes de trabajos prácticos y alumnos señalaron asimismo, las dificultades educativas que ya existen por la plétora de estudiantes que hay en hospitales y centros de salud y los severos riesgos que implica un ingreso masivo respecto de los derechos del paciente. Así también, remarcaron las importantes restricciones económicas a que nos han sometido las autoridades superiores, para financiar más aulas, gabinetes y laboratorios y así garantizar calidad en el cursado de las materias de los primeros años.
Los Consejeros Superiores escucharon con atención y respeto las opiniones y planteos, realizaron las preguntas que consideraron pertinentes y luego quedaron en deliberar. La Facultad expresa su agradecimiento a los Señores Consejeros Superiores y a aquellos universitarios que, día a día, defienden con respeto y sin demagogia, una educación inclusiva y de calidad.
Para una mejor comprensión de la situación, adjuntamos una publicación del diario La Gaceta que resume, razonable y sucintamente, la posición de la Facultad, y una publicación de la UNT que refleja la opinión del rectorado la cual, lamentablemente, no parece mensurar que no se trata de una cuestión política, sino educativa y de derechos fundamentales de terceros: nuestros pacientes.
Finalmente aguardamos con esperanza el debate que debiera producirse en breve en el Consejo Superior; expectativa que se basa en que ese cuerpo hizo primar recientemente, el interés público por sobre la política y los negocios, consolidando así el sentido pleno de la responsabilidad social universitaria; gracias a lo cual podemos mirar a la gente a los ojos, con renovada dignidad universitaria. Así, esperamos prevalezca el interés general, la gente, por sobre un interés de parte.
Honorable Consejo Directivo
Decanato
Facultad de Medicina UNT
